T 3 C. Expiación sin sacrificio

Hay un punto más que debe quedar perfectamente claro antes de que cualquier temor residual que aún pueda estar asociado con los milagros se vuelva completamente infundado. La Crucifixión NO estableció la Expiación. La Resurrección lo hizo. Este es un punto que muchos cristianos muy sinceros han malinterpretado. Nadie que estuviera libre de la falacia de la escasez POSIBLEMENTE podría haber cometido este error.

T 3 C 2. Si la Crucifixión es vista desde un punto de vista invertido, ciertamente parece COMO SI Dios permitiera, e incluso animara, a uno de sus Hijos a sufrir PORQUE era bueno. Muchos ministros muy devotos predican esto todos los días. Esta interpretación particularmente desafortunada, que en realidad surgió de la mala proyección combinada de un gran número de mis propios seguidores potenciales, ha llevado a muchas personas a temer amargamente a Dios.

T 3 C 3. Este concepto particularmente antirreligioso entra en muchas religiones, y esto no es ni por casualidad ni por coincidencia.

V 3 C 4. El verdadero cristiano tendría que hacer una pausa y preguntar "¿cómo puede ser esto?" ¿Es probable que Dios mismo sea capaz de la clase de pensamiento que Sus propias Palabras han declarado claramente que es indigno del hombre?

(Hay momentos en que) La mejor defensa, como siempre, NO es atacar la posición de otro, sino proteger la verdad. No es necesario considerar nada aceptable, si hay que dar la vuelta a todo un marco de referencia para justificarlo. Este procedimiento es doloroso en sus aplicaciones menores y genuinamente trágico en las masas. La persecución es un resultado frecuente, que justifica la terrible percepción errónea de que Dios mismo persiguió a su propio Hijo en nombre de la salvación. Las mismas palabras no tienen sentido.

V 3 C 6. Siempre ha sido particularmente difícil superar esto porque, aunque el error en sí mismo no es más difícil de superar que cualquier otro error, los hombres no estaban dispuestos a abandonarlo debido a su importante valor de escape. En formas más leves, un padre dice: “Esto me duele más a mí que a ti”, y se siente exonerado de golpear a un niño. ¿Puedes creer que el Padre REALMENTE piensa de esta manera?

T 3 C 7. Es tan esencial que todos esos pensamientos sean disipados que debemos estar MUY seguros de que NADA de este tipo permanece en tu mente. NO fui castigado porque TÚ fueras malo. La lección totalmente benigna que enseña la Expiación se pierde por completo si se contamina con este tipo de distorsión en CUALQUIER forma.

T 3 C 8. “Mía es la venganza, dice el Señor” es estrictamente un punto de vista kármico. Es una verdadera percepción errónea de la verdad, por la cual el hombre asigna su propio pasado malo a Dios. La “mala conciencia” del pasado no tiene nada que ver con Dios. Él no lo creó, y Él no lo mantiene. Dios NO cree en absoluto en la retribución kármica. Su mente Divina no crea de esa manera. ÉL no tiene en contra de SI MISMO las malas acciones de un hombre. ¿Es probable, entonces, que Él reprocharía a cualquier hombre el mal que hizo OTRO?

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